Presión pélvica posparto: lo que tiene que saber
Durante el embarazo, los cambios en su cuerpo pueden provocar dolor alrededor del área pélvica. Las fluctuaciones hormonales, los desequilibrios musculares y el aumento de la presión sobre el suelo pélvico pueden provocar molestias antes y durante el parto.
Muchas mujeres asumen que sus cuerpos volverán a la normalidad a medida que sanan durante el período posparto. Si bien algunos cambios durante el embarazo pueden ser solo temporales, otros pueden ser permanentes. Muchas mujeres presentan presión pélvica posparto, que puede durar meses o años después del parto.
Siga leyendo para aprender todo lo que tiene que saber sobre la presión pélvica posparto y lo que puede hacer para tratarla. Discutiremos las causas comunes, los síntomas y los remedios caseros que puede probar para aliviar el dolor y la incomodidad.
Causas comunes
Hay varias razones por las que las mujeres pueden continuar presentando molestias pélvicas después del parto. Conocer la causa raíz del malestar puede facilitar la elección de la mejor opción de tratamiento para el dolor posparto.
Desgarro alrededor del perineo
Durante el parto vaginal, muchas mujeres presentan desgarros en la zona perineal debido a la presión. Aunque el procedimiento es cada vez más raro, las episiotomías también dejan cortes quirúrgicos en el delicado tejido perineal.
El desgarro perineal puede causar dolor e incomodidad alrededor de la pelvis que dura semanas o meses después del parto. Si bien la mayoría de los médicos recomiendan seis semanas para la curación, algunas mujeres pueden tardar más en recuperarse. Los desgarros profundos pueden incluso necesitar de una intervención quirúrgica.
Músculos débiles
Durante el embarazo, los cambios en la distribución del peso de su cuerpo pueden crear un desequilibrio en la fuerza y la resistencia de sus músculos. El aumento de la presión en la pelvis o la zona lumbar puede provocar espasmos, dolor y debilidad.
Después del parto, los músculos del suelo pélvico pueden tardar en volver a su estado original. Para algunas mujeres, puede llevar hasta un año corregir los desequilibrios musculares creados durante el embarazo.
Daño del parto
El parto es duro para el cuerpo de una mujer, tanto el parto vaginal como la cesárea. El parto vaginal es en especial duro para los músculos del suelo pélvico y, con frecuencia, provoca dolor posparto. Puede provocar desgarros, lesiones y otros daños.
Huesos separados
Durante el embarazo, el cuerpo de una mujer secreta una hormona conocida como relaxina para ayudar a tener un parto más fácil. Esta hormona relaja las articulaciones y los ligamentos del área pélvica, lo que hace que el parto vaginal sea un poco más cómodo.
Desafortunadamente, las articulaciones sueltas pueden provocar dolor e inflamación alrededor del piso pélvico. Los efectos de la relaxina pueden tardar hasta un año en desaparecer después del parto.
Prolapso de órganos
Cuando los músculos pélvicos están muy debilitados, es posible que no puedan contener de forma correcta los órganos. Eventualmente, esto puede ocasionar un prolapso, donde órganos como el útero o el recto se salen de su posición. El prolapso es una condición dolorosa que puede provocar dolor posparto, presión y abultamiento alrededor del área pélvica.
Síndrome de congestión pélvica
El síndrome de congestión pélvica es un problema muy común que afecta hasta al 15% de las mujeres en Estados Unidos. La condición es común durante y después del embarazo. Implica inflamación y presión en las venas que rodean los órganos reproductivos, lo que ocasiona molestias en el suelo pélvico.
Síntomas comunes
Buscar síntomas comunes de dolor pélvico posparto puede ayudarla a identificar cuándo necesita una intervención. Si bien algunos síntomas pueden ser leves y temporales, otros pueden agravarse sin tratamiento.
Resequedad Vaginal
En los meses posteriores al parto, sus hormonas pueden fluctuar y provocar resequedad vaginal. La resequedad es una queja común en mujeres con dolor pélvico posparto y puede empeorar el problema. Hay muchas soluciones temporales para la resequedad vaginal. La mejor manera de reducir las molestias es tratar los desequilibrios hormonales.
Malestar superficial
El dolor de piel alrededor del área pélvica puede indicar problemas más profundos. Con frecuencia, el dolor en la piel acompaña a la presión pélvica posparto en casos de daño en el parto o desgarro perineal. Es fundamental vigilar de cerca el daño doloroso de la piel alrededor del área pélvica para evitar el desarrollo de problemas como inflamación, cicatrización o infecciones.
Dolor púbico interno
El dolor interno puede ser mucho más debilitante que el dolor superficial. Puede afectar la forma en que camina, se mueve o carga peso. La incomodidad en el abdomen, las caderas y la ingle es un síntoma común de los problemas pélvicos posparto.
Lesiones nerviosas
Durante el parto, la presión puede lesionar los nervios alrededor de las caderas, piernas e ingle. En algunos casos, el parto puede afectar la columna vertebral y provocar más problemas nerviosos. La incomodidad duradera, el dolor agudo y la incontinencia pueden ser indicadores de lesiones nerviosas relacionadas con la presión pélvica.
Coccigodinia
En algunos casos, la presión pélvica puede ir acompañada de dolor alrededor del coxis. El parto puede afectar todas las áreas pélvicas, incluyendo articulaciones y músculos posteriores. El dolor en el coxis, o coccigodinia, es un síntoma que las mujeres presentan con la presión pélvica después del parto.
Terapia del suelo pélvico frente al síndrome de congestión pélvica
La terapia del suelo pélvico le ayuda a fortalecer los músculos después del parto, previniendo los síntomas comunes del dolor pélvico. Se trata de ejercicios suaves centrados en el desarrollo muscular y articular en caderas y muslos.
La terapia del suelo pélvico es uno de los remedios no invasivos más efectivos para aliviar el dolor pélvico. Fomenta el flujo sanguíneo que reduce la inflamación alrededor de las venas locales y proporciona suficiente oxígeno al músculo circundante. Esto no solo reduce la presión sobre el sistema cardiovascular, sino que también puede funcionar para aliviar el dolor pélvico relacionado.
Hay diferentes razones para la congestión y el dolor pélvicos. El síndrome de congestión pélvica es una enfermedad pélvica crónica que suele durar más de 6 meses. Un ultrasonido pélvico adecuado y completar un cuestionario ayudarán a determinar si tiene el trastorno. El IVUS se considera el "estándar de oro" para confirmar la presencia de enfermedad en la vasculatura.
El tratamiento del síndrome de congestión pélvica requiere de un procedimiento de mínima invasión realizado en un entorno ambulatorio.
Con la llegada de la tecnología avanzada, los pacientes pueden ser tratados mediante un procedimiento de mínima invasión. Los beneficios de estos procedimientos son:
- No hay estancias en el hospital y, por lo general, puede irse a casa el mismo día.
- Pequeñas incisiones y menos pérdida de sangre.
- Menos dolor y sin cirugías abiertas.
- Cicatrices mínimas y tasas más bajas de complicaciones.
Venograma
Un venograma es un procedimiento ambulatorio realizado bajo anestesia ligera para ver una imagen de los vasos sanguíneos. Debido a que las venas por lo general no son visibles por rayos X, se usa un contraste especial y una cámara para resaltar los vasos.
El médico insertará un catéter en la parte superior del muslo y lo guiará a través del vaso hasta el área de interés. Una vez en posición, se inyecta un contraste especial. A medida que el contraste pasa por la vena, se toma una radiografía para seguir el flujo de sangre.
Si el paciente es alérgico a nuestro contraste o tiene una función renal deficiente, se puede utilizar dióxido de carbono en su lugar.
Estent en la vena ilíaca
Se utiliza un estent para abrir un vaso y mejorar el flujo sanguíneo. El especialista vascular insertará un tubo cilíndrico de malla de alambre metálico en la vena para mantener abierto el canal de flujo de sangre.
El estent dura décadas y alivia la presión o el dolor en la parte inferior del abdomen y la región pélvica.
Remedios caseros
Si tiene síntomas de presión pélvica posparto, hay algunos remedios caseros que puede probar. Es posible que deba probar diferentes trucos y tratamientos para ver cuál funciona mejor para usted. Algunas de las ideas más útiles incluyen:
- Terapia del suelo pélvico: puede construir un suelo pélvico fuerte y flexible siguiendo los ejercicios de terapia recomendados por expertos.
- Ejercicios de respiración: concentrarse en respiraciones profundas y uniformes puede ayudar a aliviar el dolor y promover un flujo sanguíneo saludable.
- Mejorar la postura: hacer un esfuerzo para sentarse o pararse erguido puede ayudar a fortalecer los músculos y reducir la presión sobre el suelo pélvico.
En conclusión
Las mujeres pueden presentar presión pélvica posparto por diferentes razones. Si tiene signos de dolor pélvico después del parto, pruebe diferentes remedios caseros para aliviar las molestias. Si los síntomas persisten, hable con su médico para crear un plan de tratamiento que funcione para usted.
Muchos pacientes que visitan el Centro de Medicina Vascular pasan por una serie de sesiones de terapia del suelo pélvico antes de visitar a un especialista vascular. El paciente se da cuenta de que el dolor está relacionado con el flujo sanguíneo de las venas que bombean sangre de manera insuficiente en la región pélvica. El especialista vascular confirma los hallazgos mediante un cuestionario completo y un ultrasonido transabdominal realizado por un técnico capacitado. Una vez que se confirman los hallazgos, se recomienda al paciente un procedimiento de mínima invasión para aliviar la presión en la región pélvica. La tasa de éxito es alta para estos pacientes y la tasa de complicaciones es muy baja.
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