¿Qué es la enfermedad arterial periférica?
Se trata de una enfermedad vascular en la que se acumula placa en las arterias, lo que provoca una restricción del flujo sanguíneohacia las extremidades, la cabeza y los órganos. Las arterias ayudan a la circulación de la sangre a salir del corazón y lospulmones. En los casos graves de EAP se requiere una amputación. Los profesionales médicos están formados para prevenir la pérdida de extremidades cuando los pacientes acuden al médico con esta enfermedad, y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Para contrarrestar la progresión de la enfermedad, los profesionales de la salud llevan a cabo opciones de tratamiento vascular no invasivo, y en los casos en que la enfermedad progresa realizan un tratamiento vascular invasivo.
Población y datos demográficos de la EAP
Se calcula que 200 millones de personas padecen EAP en todo el mundo. En Estados Unidos se calcula que 10 millones de personas padecen la enfermedad, de las cuales unos 5 millones son asintomáticas o no muestran signos de padecerla.
Según los NIH, "la EAP afecta al 12-14% de la población general y su prevalencia aumenta con la edad, afectando hasta al 20% de los pacientes mayores de 75 años"
Los investigadores vasculares afirman que solo el 25% de los pacientes con EAP reciben tratamiento. Con tantos pacientes que no muestran signos de la enfermedad, es importante que todos los profesionales de la salud conozcan la enfermedad para poder referir al paciente a un diagnóstico adecuado
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Causas y factores de riesgo de la enfermedad
La enfermedad arterial periférica (EAP) es un proceso de acumulación de placa en las arterias que puede provocar una malacirculación sanguínea en las piernas o los brazos. La placa comienza como colesterol que se adhiere a la pared interna de las arterias y se endurece con el tiempo. La placa provoca un estrechamiento de la arteria que limita el flujo sanguíneo más allá de ese punto.
Los factores de riesgo son el consumo de productos de tabaco, altos niveles de colesterol, presión arterial alta, diabetes,antecedentes familiares, edad y un estilo de vida sedentario.
Signos y síntomas
Los signos y síntomas de la EAP pueden variar de leves a graves. Estos síntomas se producen debido a la reducción del flujo desangre fresca y oxigenada en las piernas o los brazos.
Los síntomas iniciales pueden incluir la sensación de dolor, calambres, tensión, fatiga o pesadez en la extremidad afectada con el aumento de la actividad, especialmente en las piernas. La mayoría de los pacientes experimentan los síntomas en los músculos de la pierna (por ejemplo, la pantorrilla) al caminar, subir escaleras o caminar en pendientes, y obtienen alivio al parar para descansar durante breves periodos de tiempo.
La cantidad de actividad necesaria para inducir los síntomas puede variar, pero normalmente se requiere menos actividad con una acumulación de placa más avanzada.
Síntomas comunes de la EAP
- Dolor de glúteos, muslos o pantorrillas con el esfuerzo (claudicación)
- Sin síntomas; diagnosticado por una prueba ITB (índice tobillo-brazo) anormal
- Disfunción eréctil
Síntomas poco frecuentes de la EAP
- Dolor de piernas y pies en reposo
- Llaga (úlcera) en la pierna que no cicatriza
- Dolor de brazos con el esfuerzo (EAP de brazos)
Los síntomas más avanzados o graves pueden incluir dolor en la extremidad inferior con actividad limitada o nula, sensación de frío o cambios de color en la extremidad y úlceras de curación lenta o gangrena. Los síntomas suelen aparecer en el punto más alejado del corazón, como las manos/dedos de las manos o los pies/dedos de los pies. El dolor y los cambios de color suelen empeorar al elevar la extremidad y mejorar al bajarla o colgarla, ya que la gravedad ayuda a drenar la sangre hacia las zonas afectadas del brazo o la pierna.
En última instancia, debido a la falta de irrigación sanguínea suficiente, pueden producirse daños en los tejidos que den lugar a úlceras abiertas que no cicatricen y/o a gangrena. Es frecuente que se produzcan úlceras arteriales en las piernas que no cicatrizan cuando el paciente padece esta enfermedad médica.
Si usted experimenta síntomas de dolor con las extremidades elevadas, cambios de color, frío intenso, llagas abiertas o dolor al caminar, debe ser evaluado por un médico inmediatamente. Si está tratando continuamente heridas que no se curan, debe buscar un médico vascular para encontrar problemas arteriales.
Diagnóstico de la EAP
El diagnóstico de la EAP se realiza mediante la elaboración de una historia clínica detallada del paciente que incluya susantecedentes médicos, sociales y familiares, datos sobre los síntomas que experimenta y la realización de un examen físico completo.
Otros estudios de diagnóstico pueden ser los siguientes:
- Lectura del ITB: Se trata de un cálculo realizado mediante la obtención de lecturas de la presión arterial en el brazo y en la pierna. Una lectura del ITB de 1,0-1,4 se considera normal. Puede haber otras condiciones coexistentes que pueden afectar a las lecturas precisas del ITB.
- Estudios de ultrasonido (dúplex): Estudios no invasivos que se realizan mediante el uso de una sonda externa de mano para podervisualizar el flujo sanguíneo a través de las arterias mediante la transmisión de ondas sonoras
- Procedimiento de angiograma: El angiograma es un proceso de inyección de un medio de contraste que puede ser rastreado mediante rayos X, TAC o RMN para visualizar el flujo sanguíneo a través de las arterias y evaluar las áreas de acumulación de placa.
Tratamiento de la EAP
El tratamiento puede incluir un manejo conservador o tratamientos más agresivos, pero los objetivos siguen siendo los mismos:
1) Reducir la mortalidad cardiovascular en esta población de alto riesgo.
2) Mejorar la calidad de vida en claudicantes severos.
3) Disminuir la posibilidad de amputación en los pacientes.
El tratamiento conservador incluye cambios en el estilo de vida como los siguientes:
- Dejar de consumir tabaco o dejar de fumar, incluyendo la marihuana.
- Aumento del régimen de ejercicio. Una rutina de ejercicios debe incluir 20-30 minutos de ejercicio cardiovascular (caminar,montar en bicicleta, nadar, etc.) un mínimo de 3 veces por semana. Se debe llevar un registro de los síntomas experimentadosdurante esas veces. Dado que los pacientes con EAP corren un mayor riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca o un ataque al corazón, busque atención médica de urgencia si experimenta dolor en el pecho al hacer ejercicio.
- Cuide bien sus pies para evitar que se produzcan úlceras en los pies que no puedan curarse correctamente debido a la mala circulación. Use zapatos cómodos y evite usar tacones altos o chanclas.
Otros aspectos del manejo conservador incluyen el manejo de condiciones médicas coexistentes como:
- Presión arterial alta (hipertensión): la presión arterial debe controlarse de forma rutinaria y mantenerse por debajo de 130/80. Se debe mantener una cita rutinaria para el control por parte de su médico de cabecera. La presión arterial puede controlarsemediante lo siguiente:
- Tomando los medicamentos prescritos de forma rutinaria
- Dejando de fumar
- Ingesta limitada de sal (sodio) en la dieta
- Rutina de ejercicio
- Colesterol alto: los niveles de colesterol deben controlarse de forma rutinaria y los niveles de LDL (colesterol malo) deben ser <70. Las recomendaciones para controlar el colesterol son las siguientes
- Tomando los medicamentos prescritos de forma rutinaria
- Dejando de fumar
- Ingesta limitada de alimentos ricos en grasas
- Rutina de ejercicio
- Diabetes: los niveles de HbA1C deben controlarse de forma rutinaria y mantenerse en un nivel inferior a 7,0. Las recomendaciones para controlar la diabetes son las siguientes:
- Tomando los medicamentos prescritos de forma rutinaria
- Reducción de peso para mantener un IMC <30
- Ingesta limitada de carbohidratos y azúcares concentrados en la dieta
- Rutina de ejercicio
Como parte de su régimen de tratamiento conservador, es posible que se le prescriba un tratamiento antiplaquetario. Estos medicamentos pueden incluir Aspirina, Plavix (clopidogrel), Brilinta (ticagrelor) o Xarelto (rivaroxaban). Los medicamentos pueden prescribirse individualmente o en combinación, dependiendo de la presentación del paciente.
Se pueden explorar opciones de tratamiento más agresivas si las medidas de tratamiento conservador no son efectivas y pueden incluir:
Métodos de tratamiento mínimamente invasivos: se realiza abriendo las obstrucciones en el momento del procedimiento de angiograma y angioplastia. El especialista vascular decidirá qué método de revascularización es el adecuado para cada paciente, tras revisar el caso en detalle.
Foto superior: Angiograma de las arterias ilíacas antes (A) y después (B) de un procedimiento de revascularización (angioplastia). Este paciente acudió a su médico con claudicación en los glúteos. Las dos arterias ilíacas comunes (flechas pequeñas) estaban muy estrechadas. Obsérvese el aumento del tamaño de las arterias (flechas grandes) tras la angioplastia y la colocación de stents.
Prevención de la EAP
Como ocurre con la mayoría de las enfermedades, el primer paso suele ser realizar cambios en el estilo de vida, como llevar una dieta saludable y hacer más ejercicio. También se recomienda con frecuencia dejar de fumar, ya que se ha relacionado estrechamente con el desarrollo de enfermedades vasculares. Otros cambios en el estilo de vida suelen consistir en prestar más atención a los niveles de azúcar en sangre, la presión arterial y el colesterol.
Evolución de la enfermedad
Los médicos empiezan a reconocer que la EAP es un problema mucho más común de lo que se pensaba en un principio. Según las investigaciones publicadas, más de una de cada cinco personas mayores de 70 años padece EAP. Menos de la mitad de los pacientes con EAP saben que tienen un problema. Muchos pacientes con EAP no presentan síntomas en las piernas y solo pueden ser diagnosticados por un examen médico o por la prueba ITB.
Los pacientes con dolor de piernas causado por la EAP pueden tener una capacidad limitada para caminar, hacer ejercicio, realizar su trabajo, ir de compras o limpiar su casa. El dolor de piernas causado por la EAP puede empeorar la calidad de vida de una persona. Existen muchos tratamientos para la claudicación que pueden mejorar considerablemente los síntomas de la EAP, pero el primer paso del tratamiento es el diagnóstico.
Y lo que es más importante, los pacientes con EAP tienen más probabilidades de sufrir obstrucciones en otras arterias del cuerpo, especialmente las del corazón y el cerebro. Los pacientes con EAP tienen entre 3 y 6 veces más probabilidades de sufrir un infarto de miocardio o un evento cerebrovascular que los pacientes sin EAP.
Los síntomas de la EAP empeoran si no se trata con un especialista médico o si se descuidan los cambios en el estilo de vida. Lo más importante es que los pacientes sean conscientes del mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón o incluso de perder una extremidad si se les diagnostica EAP. Debe buscarse atención médica lo antes posible.
Un médico vascular explica la EAP
Este artículo es un resumen general de la enfermedad arterial periférica (EAP). Sin embargo, no debe sustituir a la consulta con un médico. Si está experimentando alguno de los síntomas mencionados anteriormente, o conoce a alguien que lo esté, póngase en contacto con nosotros hoy mismo para programar una consulta.
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Preguntas frecuentes
La EAP es una enfermedad grave que requiere atención inmediata. Vivir con esta enfermedad vascular sin tratamiento disminuye drásticamente sus posibilidades de tener una vida larga. En los casos graves, las posibilidades de tener una vida más larga disminuyen aún más, ya que el riesgo de sufrir un ataque al corazón puede ser 6 veces mayor de lo normal.
Los pacientes con arteriopatía periférica suelen tener sensación de hormigueo, opresión en las piernas o en las extremidades inferiores, fatiga o dolor al realizar un esfuerzo, como caminar durante mucho tiempo. La mayoría de los pacientes presentan estos síntomas en la zona de la pantorrilla. Consulte a su médico de atención primaria o a su especialista vascular para determinar la causa de sus síntomas.
La EAP puede reducir la cantidad de flujo sanguíneo que llega a los dedos de los pies. Los signos más comunes son cambios de color, sensación de frío, entumecimiento o dolor en los dedos de los pies. La piel y las uñas de los dedos de los pies pueden volverse secas y ásperas, y las heridas pueden no curarse eficazmente.
La EAP puede reducir la cantidad de oxígeno que llega a la piel y aumentar la inflamación en la sangre. Estos factores pueden provocar la rotura de pequeños vasos sanguíneos y el desarrollo de tejido cicatricial, lo que hace que la piel tenga un aspecto más oscuro y se sienta más áspera.
Algunos pacientes pueden reducir la acumulación de placa en las arterias reduciendo su colesterol con dieta y ejercicio, y/o con medicación. Algunas investigaciones sugieren que una dieta basada en plantas puede ser de gran ayuda. El ejercicio también puede ayudar a reabrir las arterias obstruidas, o a desarrollar derivaciones alrededor de las obstrucciones en las arterias. Dejar de fumar puede reducir la inflamación del interior de las arterias y frenar el desarrollo de la placa.
La placa en las arterias está causada por la acumulación de células grasas a lo largo de la pared de los vasos, que acabanconvirtiéndose en tejido conectivo y se calcifican. Estas placas crean una superficie rugosa que puede hacer que se acumule aún más placa. Este proceso comienza debido a una compleja reacción que implica la inflamación dentro de las arterias.
La EAP temprana puede no causar ningún signo o síntoma. A medida que la enfermedad avanza, las personas pueden desarrollar dolor en las piernas, las caderas o las nalgas. Algunos pacientes con EAP también pueden desarrollar entumecimiento o sensación de frío en los pies o los dedos. Los casos graves de EAP pueden causar heridas dolorosas, de curación lenta o que no cicatrizan en las piernas o los pies.