Mantenga niveles de glucosa estrictos para tener salud vascular
En un estudio comunitario en China, la prevalencia general de la enfermedad vascular periférica (EVP) fue del 12.2 % en la población con hiperglucemia o personas con diabetes. La prevalencia de EVP en los diabéticos fue del 15.1%, significativamente mayor que la de las personas con IGR (regulación alterada de la glucosa) (7.7%). La tasa de claudicación intermitente en aquellos con ABI PAD diagnosis using ABI test.
Múltiples ensayos controlados aleatorios, así como metanálisis, han demostrado una clara relación entre la mejoria de complicaciones microvasculares, es decir, nefropatía, retinopatía y neuropatía, tanto en diabetes tipo 1 como en la 2. Sin embargo, no ha habido una correlación tan sólida en la mejora de complicaciones macrovasculares y el control intensivo de la diabetes en varios ensayos controlados aleatorizados.
Controle los niveles de glucosa para tener salud vascular
El estudio Diabetes Control and Complications Trial (DCCT)/Epidemiology of Diabetes Interventions and Complications (EDIC) mostró que es importante tener un control estricto de la glucemia para protegerse contra las enfermedades microvasculares y cardiovasculares (ECV) en diabetes tipo 1.
En el Estudio Prospectivo sobre la Diabetes del Reino Unido (UKPDS), aunque se documentó con claridad el papel del control glucémico en la enfermedad microvascular en la diabetes tipo 2, su papel en la reducción del riesgo cardiovascular para la diabetes tipo 2 no se estableció de manera tan clara.
Además de los efectos aterogénicos de la dislipidemia relacionada con la diabetes (triglicéridos elevados, niveles bajos de colesterol HDL y partículas LDL pequeñas/densas), muchos estudios clínicos y experimentales han demostrado que los niveles altos de insulina preceden al desarrollo de enfermedades arteriales.
Clínicamente, el aumento del riesgo general que confiere la diabetes tipo 2 se encuentra impulsado por la progresión acelerada de la aterosclerosis preexistente a eventos cardiovasculares clínicos.
La hiperglucemia, la neuropatía sensitiva y autonómica y la enfermedad arterial periférica contribuyen a la patogenia de las infecciones de las extremidades inferiores en pacientes diabéticos. Estas infecciones se asocian con una morbilidad y mortalidad sustanciales.
En comparación con las personas sin diabetes mellitus, las personas con diabetes tienen una mayor prevalencia de cardiopatía coronaria (CHD), una mayor extensión de isquemia coronaria y tienen más probabilidades de sufrir un infarto de miocardio (IM) e isquemia miocárdica silente. El reporte del Programa Nacional de Educación sobre el Colesterol de los Estados Unidos y las guías de Europa consideran que la diabetes tipo 2 es un equivalente de CHD, elevándola así a la categoría de mayor riesgo.
Los pacientes con diabetes tienen una mayor carga de factores de riesgo aterogénicos que los no diabéticos, como hipertensión, obesidad y alteraciones de los lípidos.
Diferentes mecanismos contribuyen al aumento del riesgo de cardiopatía coronaria en pacientes con diabetes, incluyendo la disfunción endotelial, la activación plaquetaria, las anomalías de la coagulación y la composición de la placa aterosclerótica.
La reducción de los factores de riesgo es eficaz para la prevención secundaria de la enfermedad cardiovascular. Esto es en particular relevante para los pacientes con diabetes, ya que es considerada como un equivalente de CHD.
Las guías de la ACCF/AHA para el manejo de la enfermedad arterial periférica brindan las siguientes recomendaciones para los pacientes diabéticos con EAP:
CLASE I
1. Debe fomentarse el cuidado adecuado de los pies, incluyendo el uso de calzado apropiado, podología/medicina podiátrica, inspección diaria de los pies, limpieza de la piel y uso de cremas humectantes tópicas, y tratamiento de urgencia de las lesiones y ulceraciones cutáneas en todos los pacientes con diabetes y EAP de extremidades inferiores.
(Nivel de evidencia: B)
CLASE IIa
1. El tratamiento de la diabetes en personas con EAP en las extremidades inferiores mediante la administración de terapias de control de la glucosa para reducir la hemoglobina A1C a menos del 7 % puede ser eficaz para reducir las complicaciones microvasculares y potencialmente mejorar los resultados cardiovasculares.
(Nivel de evidencia: C)
Reducción del riesgo multifactorial: reducción vigorosa del riesgo cardíaco (dejar de fumar, uso de aspirina, control de la presión arterial, reducción de los lípidos séricos, de preferencia con una estatina, dieta, ejercicio y, en pacientes de alto riesgo, un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina [ECA]) debe ser una prioridad para todos los pacientes con diabetes tipo 2.
A pesar de la evidencia de que la reducción agresiva de los factores de riesgo reduce el riesgo de complicaciones micro y macrovasculares en pacientes con diabetes, la gran mayoría de los pacientes no logran los objetivos recomendados para A1C, presión arterial y dislipidemia.