La compresión de la vena ilíaca puede provocar coágulos de sangre recurrentes en las piernas
El síndrome de May-Thurner, también conocido comúnmente como compresión de la vena ilíaca, es un diagnóstico pasado por alto que se presenta como un factor de riesgo anatómico para la trombosis venosa profunda de la extremidad inferior.
Esta rara enfermedad fue descrita por May y Thurner en 1957 como la compresión de la vena ilíaca común izquierda por la arteria ilíaca común derecha contralateral contra el cuerpo vertebral de la quinta columna lumbar posterior, lo que ocasiona una obstrucción del flujo venoso.
La TVP es más común en mujeres y el 72% de las mujeres diagnosticadas con el síndrome de May-Thurner son relativamente jóvenes, de entre 20 y 50 años. Las tres etapas de la compresión venosa ilíaca no tratada se caracterizan como una fase asintomática inicial hasta la formación gradual de un espolón venoso y una plataforma fibrosa dentro de las paredes de la vena con una mayor disposición a la TVP, que podría progresar a una trombosis venosa profunda de la extremidad inferior.
Los estudios médicos muestran que el síndrome de May-Thurner se presenta del 18% al 49% en personas con TVP de la pierna izquierda; sin embargo, la incidencia clínica de TVP relacionada con el síndrome de May-Thurner oscila entre el 2% y el 3%.
Se cree que una de las razones de que esta condición esté subdiagnosticada es la prevalencia de otros factores de riesgo más reconocibles para la TVP en las piernas . Con frecuencia, no se realizan más estudios una vez que se reconoce una causa identificable de TVP.
Los estudios médicos han demostrado que la obstrucción venosa ilíaca no aliviada puede provocar la recurrencia de la TVP (coágulo de sangre en las piernas) y otras complicaciones, incluyendo el síndrome postrombótico, la ulceración por estasis venosa, la embolia pulmonar y, en casos raros, la ruptura de la vena ilíaca. Por lo tanto, es crucial evaluar la obstrucción del flujo venoso suprainguinal.
Después de una historia clínica y un examen físico exhaustivos, el estudio de diagnóstico incluye un ultrasonido dúplex no invasivo del área abdominal y pélvica como prueba inicial.
El estándar de oro es la venografía mínimamente invasiva con la utilización de ultrasonidi intravascular (IVUS por sus siglas en inglés) que delinea aún más la ubicación y el alcance de la compresión y/o la obstrucción. El tratamiento de la TVP (coágulo de sangre) asociado con el síndrome de May-Thurner implica la trombólisis dirigida por catéter, luego una venoplastia (balón) y la colocación de un estent venoso. Esto se puede realizar de forma segura en un entorno ambulatorio como CVM.
El Centro de Medicina Vascular cuenta con tecnología de punta, junto con un centro de investigación médica independiente para determinar las mejores opciones de tratamiento para las mujeres que padecen dolor pélvico crónico de origen vascular. Los doctores utilizan procedimientos de mínima invasión para tratar a las pacientes que padecen esta condición. No se necesitan cirugías abiertas ni hospitalizaciones. Los pacientes pueden volver a trabajar al día siguiente.