Dolor Pélvico y Presión al Caminar
Los problemas del sistema musculoesquelético suelen causar dolor y presión pélvicos. Este sistema incluye los huesos, las articulaciones, los músculos y los tendones.
La mayoría de las causas del dolor pélvico no suponen una amenaza para la vida y pueden resolverse por sí solas con el tiempo o con un tratamiento en casa.
Algunas afecciones son más graves y pueden requerir intervención médica. Debes acudir al médico si tienes un dolor pélvico persistente o que afecta a tu capacidad de funcionamiento.
Si el dolor aparece repentinamente, es intenso o presenta síntomas adicionales como fiebre o vómitos, debe buscar ayuda médica inmediatamente.
Condiciones Médicas que Causan Dolor Pélvico
Hay muchas afecciones diferentes que pueden causar dolor pélvico. La mayoría están relacionadas con el sistema musculoesquelético, pero a veces los órganos pueden ser la causa de las molestias.
Cólicos Menstruales
La menstruación puede ser una causa de dolor pélvico y de presión al caminar. El dolor de los calambres puede producirse en otros lugares además del abdomen, como la parte baja de la espalda o el recto.
Los niveles elevados de la hormona prostaglandina (que hace que el útero se contraiga) también pueden provocar espasmos en el estómago y en el recto, lo que provoca dolor y otros síntomas.
Infección del Tracto Urinario
Una infección del tracto urinario (ITU) puede causar dolor y presión en la parte baja del abdomen. Otros síntomas son dolor al orinar, micción frecuente, orina con sangre, fiebre y calambres.
Las ITUs pueden extenderse a partes más altas del tracto urinario y pueden resultar peligrosas si no se tratan.
Dolor en la Articulación Sacroilíaca
La articulación sacroilíaca es la articulación que une la pelvis con el sacro, que es el hueso situado entre el coxis y la parte inferior de la columna vertebral.
Cuando esta articulación se irrita, puede causar dolor pélvico que empeora con ciertas actividades como caminar, subir escaleras y poner más peso en una pierna que en la otra.
Las causas de esta irritación pueden ser lesiones, embarazo, artritis o una infección.
Disfunción de la Sínfisis del Pubis
También se conoce como dolor de la cintura pélvica. Este dolor se produce cuando la articulación de la sínfisis del pubis se relaja demasiado y es frecuente en las mujeres embarazadas.
Aparte del embarazo, otras causas de dolor de la sínfisis púbica son las lesiones, la artritis y las deficiencias vitamínicas.
El dolor puede irradiarse a las piernas y también puede oírse un chasquido al moverse.
Osteítis del Pubis
Esta enfermedad afecta a la misma zona que la disfunción de la sínfisis púbica. La osteítis de pubis es una lesión por uso excesivo, que suele afectar a los atletas de deportes como el fútbol y el fútbol americano.
Sus síntomas incluyen dolor pélvico o dolor que empeora con la actividad física.
Quistes Ováricos
En ocasiones pueden aparecer quistes en los ovarios. Estos quistes pueden ser sintomáticos y pueden provocar dolor al defecar y dolor en las relaciones sexuales.
En casos graves, el quiste puede romperse o retorcerse el ovario, provocando un dolor pélvico agudo, náuseas, mareos y fiebre. Si tiene estos síntomas, debe visitar a su médico.
Dolor en los Músculos del Suelo Pélvico
Los músculos del suelo pélvico sostienen los órganos de la pelvis. Si estos músculos se tensan, pueden causar dolor pélvico y dolor en las piernas y la parte baja de la espalda.
Este tipo de dolor puede desarrollarse por varias razones. Las cosas más comunes que contribuyen al dolor del suelo pélvico son el parto, la cirugía pélvica y el uso repetitivo.
Apendicitis
La inflamación del apéndice puede causar un dolor intenso en la parte derecha de la pelvis. La apendicitis es una afección grave que requiere atención médica inmediata. Si se retrasa el tratamiento, el apéndice puede reventar y provocar una infección bacteriana en la cavidad abdominal y una sepsis.
Otros síntomas de la apendicitis son náuseas, pérdida de apetito, diarrea y estreñimiento. Los síntomas pueden empeorar al tocar la zona, al toser o al caminar.
Cuándo visitar a un médico por la presión pélvica
Hay muchas causas posibles de la presión pélvica en las mujeres. Si su presión pélvica ha persistido durante seis meses o más y ya se ha sometido a una evaluación ginecológica para descartar una infección de las vías urinarias, endometriosis, quistes ováricos u otras causas ginecológicas, considere la posibilidad de acudir a un médico vascular, ya que el problema puede ser de origen vascular.
Cuando todas las condiciones ginecológicas se han descartado y no hay signos de fracturas o condiciones musculoesqueléticas, todavía está experimentando dolor en la ingle extrema, y se ha ido por 6 meses o más, entonces una evaluación vascular sería un gran paso siguiente. El Centro de Medicina Vascular recomienda encarecidamente una evaluación ginecológica, pero no es un requisito cuando se busca atención vascular para los pacientes.
¿Cómo Puede un Especialista Vascular Tratar la Presión Pélvica?
Un especialista vascular utiliza la ecografía no invasiva para evaluar cualquier insuficiencia venosa. Para confirmar los hallazgos, el cirujano vascular utiliza una EIV y una venografía. El médico puede utilizar un stent para abrir la vena y reducir la obstrucción del flujo sanguíneo. Se trata de un procedimiento mínimamente invasivo que se realiza en uno de los laboratorios de cateterismo. No se trata de una cirugía abierta, ya que sólo se realiza una pequeña incisión para acceder a la vena, por lo que no es necesaria la hospitalización para este procedimiento. Por lo general, el paciente puede reanudar una actividad ligera el mismo día, dependiendo de las recomendaciones del médico. También puede pedir consejo a nuestro cirujano vascular para que le oriente médicamente en este sentido.
Diagnóstico del Dolor Pélvico
Al diagnosticar el dolor pélvico, los médicos empezarán por recabar más información. Le harán preguntas sobre su historial de salud personal y la historia de su dolor. Que usted describa el dolor puede ayudarles a entender el tipo de dolor que está experimentando y facilitar la determinación de las posibles causas.
A continuación, los médicos le harán una exploración física del abdomen y la región pélvica. Comprobarán si en esas zonas hay sensibilidad o anomalías en los órganos, músculos o tejidos. Este examen les proporcionará más información y les ayudará a descartar posibles causas o a acotar la causa probable.
Después de examinarla, su médico puede decidir que son necesarias pruebas y procedimientos adicionales para hacer un diagnóstico adecuado. Estos pueden incluir:
- Pruebas de laboratorio: como muestras de sangre u orina.
- Imagen: incluye ecografías y resonancias magnéticas, que facilitan la observación de los órganos y estructuras de la pelvis para determinar una posible causa.
- Laparoscopia pélvica: es un procedimiento quirúrgico en el que el médico realiza un pequeño corte en la parte inferior del abdomen para introducir una cámara en la cavidad pélvica.
- Cistoscopia: procedimiento en el que se introduce un instrumento de observación en la vejiga para buscar anomalías.
- Colonoscopia: otro procedimiento en el que un instrumento de visualización permite a los médicos observar el intestino en busca de anomalías.
- IVUS: la ecografía intravascular (IVUS) es una técnica médica para ver el interior de los vasos sanguíneos mediante ondas sonoras. Un ordenador produce imágenes de los tejidos blandos. Esta técnica permite a los médicos ver zonas que no pueden ver con las radiografías.
- Venograma: Veno significa que está relacionado con las venas. Gramo se refiere a un registro o imagen. Un venograma es un procedimiento para hacer visibles las venas para que el médico pueda ver el flujo sanguíneo. Los venogramas se utilizan para diagnosticar y determinar las opciones de tratamiento para una serie de enfermedades vasculares, incluyendo, pero no limitado a, el síndrome de congestión pélvica y la compresión de la vena ilíaca.
Tratamiento
Siempre debe seguir el régimen de tratamiento prescrito por su médico. Algunas de estas enfermedades pueden llegar a ser graves o poner en peligro la vida si no son tratadas por un profesional médico.
Si tiene un dolor repentino o intenso o presenta síntomas como fiebre, náuseas y vómitos, no debe intentar ningún remedio casero y debe buscar atención médica inmediata.
Si el dolor es persistente o interfiere gravemente en su vida diaria, debe concertar una cita con su médico.
Si los síntomas son leves y el dolor es soportable, puede probar algunos remedios caseros.
- Descansar: intenta limitar tu actividad física todo lo que puedas para evitar agravar más la zona.
- Mejorar la postura: mejorar la postura puede ayudar a aliviar los síntomas si el dolor está relacionado con el sistema musculoesquelético.
- Temperatura: Intenta aplicar una compresa fría o una almohadilla térmica en la zona. Alternar estas dos opciones también puede ayudar a aliviar algunos tipos de dolor pélvico.
- Medicamentos de venta libre: Los analgésicos también pueden disminuir el dolor. Prueba a tomar Tylenol, ibuprofeno o aspirina como indica el envase para ver si así se alivian las molestias.
Si ninguno de estos remedios funciona para tratar el dolor pélvico y la presión al caminar, debes visitar al médico y obtener ayuda profesional.