¿El dolor pélvico crónico es una señal de alerta de una enfermedad vascular?
Existen diferentes enfermedades vasculares que hacen que las mujeres presenten dolor continuo que interfiere con su capacidad para participar y disfrutar de la vida diaria. Aquí hay dos enfermedades vasculares que pueden causar dolor pélvico crónico en las mujeres.
1. El Síndrome de Congestión Pélvica (PCS, por sus siglas en inglés) causa dolor crónico en el área pélvica, la parte inferior del abdomen y los muslos.
2. El Síndrome de May-Thurner (MTS, por sus siglas en inglés) causa dolor en las piernas y aumenta el riesgo de trombosis venosa profunda (TVP), una enfermedad potencialmente mortal.
Mediante el uso de tecnología de punta, conocida como procedimientos vasculares de mínima invasión, los médicos del Centro de Medicina Vascular (CVM, por sus siglas en inglés) pueden tratar estas enfermedades y ayudar a las mujeres a aliviar el dolor pélvico crónico.
Señales de alerta de dolor pélvico crónico
El PCS afecta a más de un tercio de todas las mujeres. A veces, al sufrir este trastorno durante años, a muchas mujeres se les dice que el problema no es debido a una causa médica específica y tal vez sea algo psicológico. Sin embargo, los avances recientes han permitido a los doctores del CVM demostrar que el dolor pélvico puede deberse al reflujo de las venas varicosas que causa insuficiencia venosa pélvica.
Síntomas principales del síndrome de congestión pélvica
Los síntomas de PCS duran 6 meses o más e incluyen:
- Dolor pélvico asociado con estar de pie y sentado, que empeora durante el día.
- Este dolor crónico suele ser sordo y doloroso por naturaleza. Las pacientes refieren que la sensación es similar a tener una "bola de boliche" atascada en la región de la ingle.
- Con frecuencia los pacientes tienen alivio del dolor al acostarse y cuando tienen las piernas elevadas.
- Los síntomas pueden empeorar después del coito, durante los períodos menstruales y durante el embarazo.
Síntomas asociados del síndrome de congestión pélvica
- Pesadez, cansancio, dolor de piernas.
- Las venas varicosas visibles en la vulva o las nalgas se muestran en el 55% de las pacientes con PCS.
Al igual que las venas varicosas en las piernas, en el PCS las válvulas de las venas pélvicas que ayudan a devolver la sangre al corazón en contra de la gravedad se debilitan y no cierran de forma correcta. Esto ocasiona que la sangre fluya hacia atrás y se acumule, causando presión y venas abultadas en la pelvis y la vulva, lo que puede afectar el drenaje venoso del útero y los ovarios.
El PCS por lo general afecta a las mujeres en edad fértil. Conforme el útero se expande durante el embarazo, se ejerce una mayor presión sobre el suelo pélvico y las venas. Después del parto, el útero eventualmente se contrae y, aunque se alivia la presión sobre el piso pélvico, hay daño residual en las venas pélvicas. Las venas ováricas aumentan de tamaño con cada embarazo posterior, lo que significa que las mujeres que han tenido dos o más embarazos tienen un mayor riesgo.
Muchas mujeres con PCS pasan años tratando de averiguar por qué tienen dolor pélvico crónico. Vivir con este dolor es difícil y afecta no solo a la mujer, sino también a sus interacciones con su familia, amigos y su visión general de la vida. Para ayudar a descubrir la causa de su dolor pélvico crónico, a los pacientes de CVM se les toma una historia clínica y examen físico completos.
Aquellas con una alta probabilidad de la enfermedad también pueden someterse a un ultrasonido y venografía pélvicos. Un venograma, el cual se considera como el método diagnóstico más preciso, se realiza inyectando un medio de contraste en las venas de los órganos pélvicos para hacerlos visibles durante una radiografía.
Opción de tratamiento para el dolor pélvico crónico vascular
Se sigue el siguiente proceso para comprobar las sospechas del médico vascular.
- Cuestionario: se realiza un cuestionario completo con un doctor que tiene una comprensión de 360 grados del dolor pélvico crónico en las mujeres. Aquí es cuando el doctor hará preguntas relacionadas con los síntomas y puede considerar un problema ginecológico.
- Ultrasonido - Se realiza un ultrasonido transabdominal. CVM realiza una plantilla integral de congestión pélvica que se ha perfeccionado a lo largo de los años utilizando una máquina de ultrasonido. Esto reducirá las posibles causas del dolor pélvico.
- Venograma: se inyecta un medio de contraste en las venas en búsqueda de compresión de la vena ilíaca o renal y revisión del reflujo venoso.
- IVUS: se realiza un ultrasonido intravascular para comprobar los hallazgos del venograma. Esto solidifica las causas del dolor pélvico.
- Venoplastia: utilizando el dispositivo IVUS, el especialista vascular coloca un globo para abrir la vena.
- Estent venoso: por último, se coloca un estent para mantener la vena abierta y evitar la compresión. Este es un estent duradero que se ha demostrado que dura décadas.
- Embolización: en la mayoría de los casos, solo un estent resolverá el problema. La investigación médica y la experiencia de CVM han encontrado que un estent resolverá la compresión de la vena ilíaca. Si los síntomas persisten, se recomienda sellar la vena para aliviar la presión dolorosa.
Estos son procedimientos vasculares de mínima invasión, lo que significa que se realiza una incisión muy pequeña para ver la vena y colocar el estent. A diferencia de la cirugía abierta, no se requiere una estancia en el hospital, ni cicatrices, ni traumatismos para el paciente, y se utiliza un bajo nivel de anestesia para la comodidad del paciente.
Principales síntomas del síndrome de May-Thurner
El síndrome de May-Thurner (MTS), también llamado síndrome de compresión de la vena ilíaca, afecta principalmente a mujeres de entre 20 y 50 años. El MTS aumenta el riesgo de trombosis venosa profunda. El nombre proviene de los dos médicos a los que se les atribuye la primera descripción del trastorno a fines de la década de 1950. Las mujeres diagnosticadas con MTS tienen compresión de la vena ilíaca izquierda que ocasiona una disminución del drenaje de la pierna izquierda.
Si no se trata, esto puede ocasionar trombosis venosa profunda (TVP). El coágulo restringe el flujo sanguíneo, lo que a su vez provoca dolor, hinchazón y, en ocasiones, venas varicosas en la pierna izquierda. Por lo general el trastorno se presenta en el lado izquierdo, aunque se han reportado casos en los que se ve afectado el lado derecho.
Las pacientes con un estrechamiento leve de la vena con frecuencia no tienen síntomas.
Sin embargo, a medida que avanza el MTS, los siguientes síntomas son comunes:
- Dolor generalizado en el vientre bajo y la pelvis.
- Venas varicosas en la parte superior del muslo (generalmente en la pierna izquierda).
- Hinchazón en la pierna (generalmente la pierna izquierda).
- Dolor crónico en las piernas que empeora conforme avanza el día.
Cuando no se trata, el MTS puede progresar en tres etapas:
Etapa 1: compresión de la vena ilíaca, que con frecuencia no causa síntomas.
Etapa 2: Formación de espolones venosos, que eventualmente se convierten en fibrosos. Los espolones se desarrollan en la vena, restringiendo el flujo sanguíneo y aumentando la predisposición a TVP en la piernas.
Etapa 3: la formación de TVP ocurre cuando se forma un coágulo en la vena y el flujo sanguíneo tiene una restricción severa, provocando dolor e hinchazón en las piernas y la formación de venas varicosas.
Similar al PCS, la mayoría de las mujeres diagnosticadas con el síndrome de May-Thurner se someterán a un procedimiento de mínima invasión para colocar un estent en la vena ilíaca comprimida. Usando una combinación de ultrasonido intravascular (IVUS, por sus siglas en inglés) y venografía, el doctor determinará con precisión qué segmentos de la vena están enfermos y en qué medida. Según la longitud y la gravedad del vaso afectado, es posible que se utilice un balón (venoplastia) y un estent venoso en la vena para restablecer el flujo sanguíneo.
El Centro de Medicina Vascular cuenta con tecnología de punta, junto con un centro de investigación independiente para determinar las mejores opciones de tratamiento para las mujeres con dolor pélvico crónico de origen vascular. CVM tiene centros en Maryland, Virginia, Nueva Jersey, Michigan e Indiana. Se encuentran disponible hoteles y alojamientos para obtener el mejor tratamiento para esta enfermedad. Llame al (301) 486-4690 para reservar una cita.